Las mascotas proporcionan compañía, uno de los beneficios más claros para sus dueños, pero pueden ofrecer mucho más, como se desprende de las investigaciones y estudios científicos. Debido al incremento en la disponibilidad de información, se puede observar que el vínculo persona-mascota adquiere un papel importante en los aspectos prácticos y psicológicos de la sociedad actual.
Para muchas personas, una vida sin una mascota es casi inimaginable. Las mascotas proporcionan compañía, afecto y protección. Pueden convertirse en compañeros de juego, formándose vínculos únicos entre personas y animales, vínculos que terminan siendo esenciales en sus vidas. En la actual sociedad, la presencia de mascotas ayuda a muchas personas a afrontar incrementos en sus niveles de estrés y ansiedad.
Beneficios físicos, sociales y emocionales
De hecho, las mascotas tienen un papel importante en casi cada etapa del desarrollo humano. Para los niños, las mascotas fomentan un sentimiento de responsabilidad, cuidado y comunicación. La relación infunde confianza y amistad, cualidades que perduran y se fortalecen a medida que el niño va creciendo.
En cuanto a los adultos, las mascotas adquieren papeles nuevos, proporcionando compañía a aquellas personas que viven solas; proporcionan la posibilidad de entrar en contacto con otras personas, por ejemplo, cuando un dueño pasea a su perro; y una motivación a las personas mayores que, ya que tienen una comunicación restringida con otras personas, pueden dar su amor y cariño a sus mascotas.
Para algunas personas, la presencia de mascotas tiene un significado aún más definido. Mediante entrenamientos, las mascotas pueden ayudar a sus dueños a llevar una vida más normal, como es el caso de los perros guía. También hay animales que están siendo entrenados para ayudar a personas sordas a identificar y reaccionar frente a señales que normalmente no podrían percibir.
Estas y otras cualidades son cada vez más reconocidas en estudios científicos que abordan la relación entre las personas y sus mascotas. La coexistencia y la convivencia de personas y mascotas se ha convertido en un área de investigación que ha atraído el interés de un número creciente de psicólogos, científicos y veterinarios de todas partes del mundo. Esto ha llevado, a su vez, a que una gran riqueza de información sea cada vez más accesible.